Que la Historia es mucho más que un denso y aburrido conjunto de datos y fechas es algo de lo que pueden cerciorarse en clase, cada día, los alumnos y alumnas de nuestro instituto. Pero poder comprobarlo conociendo además, y de primera mano, aventuras tan desconocidas y apasionantes como la que vivieron, hace poco más de un siglo, miles de malagueños a bordo de los buques “Heliópolis” y “Orteric”, es algo que no tiene precio.
El alumnado de 4º de ESO-A, 4º de ESO-B y 1º de Bachillerato-C tuvo la oportunidad de acercarse a este olvidado episodio del pasado de nuestra provincia, gracias a una charla-coloquio con quien es el mayor experto en este tema: el investigador Miguel Alba Trujillo (Málaga, 1960). Autor de los libros “SS Heliópolis: La primera emigración de andaluces a Hawái (1907)” y “La odisea del buque Orteric”, que han tenido un gran éxito de ventas siendo, incluso, traducidos al inglés. Alba fue presentado por nuestro profesor Salvador David Pérez González, que ha colaborado con él en la búsqueda de datos relativos a las familias alhaurinas que participaron en esta migración.
Durante esta actividad se proyectó, también, el documental “España, Hawái, California: Una emigración olvidada”, realizado por Manuel López Villegas y basado en las obras de Miguel Alba. Un corto que se estrenó, el pasado mes de marzo en Madrid, proyectándose también, y con notable asistencia de público, hace unos días en el Rectorado de la Universidad de Málaga.
Sería largo contar las peripecias vividas por los pasajeros de unos barcos que abandonaron el puerto de Málaga para surcar más de 20000 kilómetros a través de los mares. Una durísima travesía que, a comienzos del siglo XX, se prolongaba durante casi cincuenta días. Más de tres mil malagueños la realizaron soñando con una vida mejor en los Estados Unidos. Contratados para cortar caña de azúcar, huían de la miseria y de otros problemas que, como el caciquismo, azotaban a la España de la Restauración. Pero el sueño americano no iba a ser fácil para los tripulantes del “Heliópolis” y el “Orteric”. La mayoría de ellos, huyendo de las duras condiciones de vida y trabajo que encontraron en este archipiélago del Pacífico, acabó asentándose en California. Allí residen, hoy en día, sus descendientes, que conservan el recuerdo de sus orígenes andaluces, y algunas de las tradiciones de sus antepasados, especialmente las gastronómicas.
Así se lo recordó a nuestro alumnado José Antonio Angulo Farfán, familiar de Alfonso Bonilla Guerrero, un vecino de Alhaurín el Grande que, en 1911, se embarcó, junto a su familia, en el “Orteric”, nos relató cómo su antepasado falleció en Sacramento, y que mantuvo el contacto con sus sobrinos españoles hasta bien entrada la década de 1930.