El 8M, como día internacional de la mujer, fue adoptado por la Asamblea General de la ONU en 1977, aunque dos años antes ya lo había empezado a conmemorar. Su origen está en las manifestaciones de las mujeres que, especialmente en Europa, reclamaban a comienzos del siglo XX el derecho al voto, mejores condiciones de trabajo y la igualdad entre mujeres y hombres.

Según argumenta Naciones Unidas, celebrar el 8 de marzo el día de la mujer está estrechamente vinculado a los movimientos feministas durante la Revolución Rusa de 1917 ya que fue un 8 de marzo de 1917 (un 23 de febrero, según el calendario juliano que se utilizaba en Rusia), cuando las mujeres rusas se declararon en huelga, pidiendo Pan y paz. Cuatro días después, el zar se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho de voto.

Con motivo de esta efeméride, desde la biblioteca del IES Fuente Lucena os recomendamos las siguientes lecturas:

De chico a chica

Terence Blacker

Hasta el día en que su primo Sam llegó de Estados Unidos para vivir con él, la vida de Matthew Burton era sencilla y agradable. Pero Sam resulta ser un chico rebelde, arrogante y maleducado que convierte su existencia en un verdadero infierno. ¿Por qué no darle un buen escarmiento?

Una divertídisima historia que refleja las relaciones de grupo y la fuerza de la amistad.

Donde los árboles cantan

Laura Gallego
Viana, la única hija del duque de Rocagrís, está prometida al joven Robian de Castelmar desde que ambos eran niños. Los dos se aman y se casarán en primavera. Sin embargo, durante los festejos del solsticio de invierno, un arisco montaraz advierte al rey de Nortia y sus caballeros de la amenaza de los bárbaros de las estepas… y tanto Robian como el duque se ven obligados a marchar a la guerra. En tales circunstancias, una doncella como Viana no puede hacer otra cosa que esperar su regreso… y, tal vez, prestar atención a las leyendas que se cuentan sobre el Gran Bosque… el lugar donde los árboles cantan.

Antología de poetisas del 27

Reúne lo más significativo de la obra de las cinco autoras y se les restituye el puesto que merecen ocupar entre los miembros de la llamada generación del 27. Las cinco escritoras, que comparten características literarias y biográficas, apenas habían sido mencionadas hasta ahora por los críticos. Esta pertinaz ausencia reclamaba la necesidad de presentar reunidas a unas cuantas escritoras, cuyas vidas y personalidades, participan plenamente del espíritu generacional del 27, y que se encontraron frente a la literatura, al mismo nivel que el hombre, con los mismos problemas, las mismas aspiraciones y las mismas visiones del mundo.